viernes, 30 de noviembre de 2012

Libros.

En casa siempre me decían que tenía la cabeza llena de pájaros por culpa de los libros. Pero ahora sé que no. Ahora sé que los libros, ciertos libros, lo que me llenaron de pájaros es la vulva. Y tiran de ella. Tiran con fuerza y no me dejan desfallecer (aunque a veces es difícil no sentir la tentación de dejarme caer).
Siempre es el sexo. El puto sexo.
Bendito.