Diciembre a 18 grados.

Mi nena. Guapa.

O más bien, ¿qué es una polla, sino un corazón?

Agujetas.

Mañana voy a arrepentirme de tirarme el rollo cargando la máquina de pesas cada vez que pasa el tío calvo lleno de tatuajes.

Libros.

En casa siempre me decían que tenía la cabeza llena de pájaros por culpa de los libros. Pero ahora sé que no. Ahora sé que los libros, ciertos libros, lo que me llenaron de pájaros es la vulva. Y tiran de ella. Tiran con fuerza y no me dejan desfallecer (aunque a veces es difícil no sentir la tentación de dejarme caer).
Siempre es el sexo. El puto sexo.
Bendito.

Lecturas que siguen dando vértigo.

Lo desconocido.

Dice un escritor que me gusta mucho que hay algunos libros, muy muy pocos, que dan miedo de verdad porque se adentran en lo desconocido.

Tengo en mis manos uno de ellos. Cada página que paso me da vértigo. Hay párrafos que, al leerlos, han explicado con claridad verdades sobre mi vida sexual que yo intuía, pero que racionalmente era incapaz de dilucidar.

No llevo ni la mitad leído. No sé a dónde me conducirá cuando lo acabe, pero de momento abro sus páginas conteniendo el aliento, todavía sin atreverme a pensar en profundidad lo que se plantea en términos sexuales y afectivos.

Todo es muy complicado (y apasionante).

Veladuras.

Siento debilidad por este tipo de veladuras, imaginar tu lengua a través de ellas. Sentir cómo raspa y acaricia la malla cuando me tocas por encima de ella.

Cosas que, a veces, parece que nunca van a llegar.

(Secretary)

Madrid.

Me gusta tanto Madrid que en cuanto me subo al AVE me excito. Nada más llegar al hotel me lo he follado con tanto ímpetu que la cama se ha desplazado un metro sin que nos diéramos cuenta. Sigo caliente y tengo dos locales liberales casi en la calle de mi hotel.
Veremos.

Pero nadie dijo que fuera fácil...

Tiempo libre.

De repente me encuentro con que tengo todo tiempo libre que quiera para fantasear y dedicarme a investigar en otros ámbitos.

Entrenar.

A veces uno se aventura tontamente en territorios que siempre concibió aburridos por previsibles.
Alguien me dijo que el placer y el dolor pueden aprenderse a sentir unidos.
Yo sé que no siempre es cierto pero, por si acaso, me entreno.

Intuir el verano.

Después de tres semanas trabajando a su lado, hoy he reaccionado. No sé si es porque mañana es mi último día de trabajo o qué, pero hoy me he sentido flotar cada vez que ella me tocaba el muslo para llamar mi atención sobre algo. Cada vez que se levantaba el pelo rubio echando la cabeza hacia atrás y levantando los brazos.
Esa camiseta rosa semitransparente.
Esa talla 110 de sujetador violeta.

Creo que el mareo y la excitación me van a durar todo el día. Quiero verano. Sexo.

Sexo.

J.

Vengo de estar con J., con quien tuve la relación sexual más intensa de mi vida. Seis años follando a lo bestia. Y cuando digo "a lo bestia" me refiero a llegar a adelgazar dos kilos en una noche por follar y llegar a casa y que tu compañera de piso te diga: "¿pero qué te ha pasado?"
Tenía miedo, miedo a que me volviera a apetecer, porque no quiero retomar nada. Pero no, no ha pasado nada.
Ha sido estupendo. En un momento de la noche ha sonado Cannonball de The Breeders y nos hemos mirado y en esa mirada ha habido toda una conversación.

Pillada en fragante delito.

Hoy él me ha pillado masturbándome.

Me disponía a echar la siesta en la cama y me había puesto los tapones para los oídos, así que no me he dado cuenta de cuándo ha entrado en la habitación.

Cuando he logrado oír su repetida pregunta -absurda por otra parte- "¿pero qué estás haciendo?", ya era demasiado tarde y estaba en las últimas oleadas del orgasmo. Absurda yo también le he contestado con voz entrecortada me-es-toy-mas-tur-ban-doahhh

Su cara de estupefacción me ha provocado un ataque de risa incontenible que se le ha acabado contagiando...

Cómo he cambiado. Cómo me gusta.

(Y sí, lo de "fragante" ha sido a propósito, no una confusión por paronomasia).

Prerrafaelista.

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Piel.

He estado viendo una peli romántica llena de tópicos absurdos. Pero ha habido una escena interesante que me ha turbado: ella se excitaba viendo a una pareja en un espectáculo de danza.

No era un show porno, claro. Era sutil. Y lo que excitaba era la piel.

En el matrimonio hay diferentes tipos de sexo y de excitación. Increíblemente bueno la mayoría de las veces, algunas otras simplemente sexo funcional.
Pero muy pocas veces, quizás sólo cuando ovulo, siento hambre de piel.

Abandonarse a una piel, no poder dejar de lamerla.
Ay.

En la ciudad.

"Pocos entienden que lo más peligroso no es friccionar nuestros cuerpos excitados con cualquiera los fines de semana, no, las mayores depravaciones sólo surgen cuando estás enamorado, cuando sólo quieres satisfacer, complacer." (Rorschach)

Todas las ciudades tienen su propio olor. El de ésta se me agolpó ayer mientras me lamía la vulva recién depilada, despacio, succionándola al mismo tiempo, mientras recordaba de golpe todas las veces que he follado en esta ciudad en los últimos 18 años.
Me corrí sumando todos esos orgasmos.

No me decido...

Entre esa maravillosa vulva mullida o esas maravillosas tetas respingonas...

No me decido...

Después del fin de semana más raro de mi vida (probablemente) me encuentro en un tumblr con esta foto.

Me da mucho que pensar.

Juguetonamente pienso que no sé cuál de las dos me gustaría ser más.

Un poco más en serio me planteo si con una mujer las cosas no serían realmente diferentes. 

Quién sabe.

AVE.

El sonido de las turbinas de AVE acelerándose siempre me produce una extraña paz interior.
Esta vez el viaje no lleva implícito una promesa de sexo, aunque yo lleve las bragas mojadas.

Por nada del mundo cambiaría esta sensación de desearte así. Sin más.

Nin.

Primavera anticipada.

Hoy me he ruborizado en el gimnasio cuando el flaco me ha mirado fijamente.

Este tipo es mi antitipo, es demasiado flaco.
Pero, como siempre me ha gustado que me sorprendan con habilidades ocultas, no puedo evitar ponerme literalmente a sudar de excitación cuando lo veo levantar como si nada 80 o 100 kilos con las pesas, algo inesperado en un cuerpo tan aparentemente frágil.

Que no se me cruce en la sauna. No respondo.

Atracón.

Después del atracón de ayer, hoy necesito más.
Aunque "más" sólo significa que necesito una mujer que me haga atragantarme así.

Me acabo de enamorar de esta preciosidad.

La verdad es que siempre he sentido debilidad por los intelectuales...

...y que no se quiten las gafas en ningún momento.

La bestia despierta poco a poco.

Después de un mes bastante raro parece que la bestia vuelve a despertar, poco a poco, pero algo es algo.
Necesito vacaciones de todo, esa es la verdad. Y no estaría mal empezarlas de vuestra mano. Me encantaría cerrar los ojos y sentir vuestras pollas, manos, lenguas y no pensar en nada más.
Someterme a todo lo que me mandéis.

Buenos días por la mañana.

Que la cama se desplace un metro por la fuerza de las embestidas.

Confort.

Darme crema después de llevar durante mucho rato restos de tu abundante semen en mi cara.