Siempre me han gustado los tíos bajos, regordetes y peludos, a ser posible morenos. Su pubis mullido de grasa siempre fue una garantía de placer.
Anoche me presentaron a uno de este tipo. Para colmo era el cantante de un grupo que me emociona especialmente.
Princesa en su blog lo ha clavado en el post en el que dice que lo importante no es lo fácil que es follar, sino lo difícil que es follar con quien realmente quieres.
Y eso es lo que me pasó anoche: ante R, el cantante, me quedé paralizada y sin temas de conversación. Yo. Sin temas de conversación. La hostia. Él se rió benevolentemente las tres veces que intenté acercamientos y no conseguí resolver la situacion.
Así que me fui a casa compuesta y sin rollo.
Y mira que su hotel estaba a la vuelta de la esquina.
Jo.
O sea que se rió ¿eh? Pues entonces ya lo tienes en el bote. Fue una suerte que te fueras a tu casa porque después de un concierto los cantantes suelen tener mal rollo. Como artistas que son, hasta que les cure el sueño siguen demasiado pendientes de sí mismos. Mejor otro día.
ResponderEliminar¿Mejor otro día? Vive en Barcelona, lejos de mi ciudad... Digamos que mi oportunidad pasó :-)
ResponderEliminarÚltimamente estoy que me salgo... En fin, vendrán tiempos mejores, seguro :-)
Un beso, guapo.
Pues sí: con la de temas que se me ocurrieron al día siguiente jajajajjaa, saludos!
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